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El PAD de Carreteras: otro plan del tumbe con aumentos en los peajes por 30 años




La Junta de Control Fiscal radicó recientemente en el Tribunal Federal el Plan de Ajuste de la Deuda (PAD) de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) y hay vista el próximo viernes, 17 de junio para la aprobación de la Declaración Informativa que da inicio al proceso de consulta de los acreedores. Se trata de la tercera reestructuración bajo el Título III de PROMESA, luego de los planes de ajuste de COFINA y del gobierno central. El Plan descansa principalmente en el aumento sustancial de los peajes en Puerto Rico. El siguiente escrito hace un breve análisis de los puntos más importantes de dicho plan.


¿En qué consisten los aumentos en los peajes?


Los aumentos en los peajes impulsados por la Junta están expuestos en el Plan Fiscal de la ACT. Recordemos que bajo PROMESA los planes fiscales sirven de base a los planes de ajuste de la deuda que propone la Junta, particularmente en la supuesta “viabilidad” fiscal o económica de los mismo. Los aumentos concebidos son para los peajes y para las multas. Podemos dividirlos en cuatro:


  1. Aumento anual en los peajes de 8.3% durante los primeros tres años.

  2. Aumento anual en los peajes de 1.5%, más aumento anual para ajustar por inflación, desde el 2025 hasta el 2062.

  3. Aumento anual en las multas para ajustarlas a la inflación, hasta el 2062.

  4. Establecimiento de peajes bidireccionales en donde hay un peaje en solo una dirección.


La siguiente tabla muestra los aumentos por peaje según determinados en el Plan Fiscal.



Las cifras anteriores no son exactas pues no sabemos de antemano cuánto será la tasa de inflación en el futuro. No obstante, la tabla nos ofrece una idea del costo diario que tendrán los conductores de aprobarse por el Tribunal Federal el PAD propuesto por la Junta y si luego de confirmado no se requiere ninguna enmienda al Plan Fiscal. El resto de los peajes bajo la administración de la ACT verán también aumentos como estos. Cabe mencionar que estos aumentos se estarían llevando a cabo en un país con una economía en estancamiento por los pasados 16 años y con un aumento generalizado en todos los bienes y servicios. La espiral inflacionaria se está comiendo los ya raquíticos salarios.


Respaldar el Plan de Ajuste de la ACT implica impulsar el aumento sustancial de los peajes hasta el 2062 tal como lo propone la Junta.




La deuda de la ACT


La deuda total de la ACT asciende a alrededor de $6.7 mil millones. Según la Junta, el recorte de deuda incluido en el Plan de Ajuste es de 80% pues la nueva deuda emitida sería de $1.2 mil millones. El recorte parece ser alto, ¿en qué consiste? Para evaluarlo es necesario examinar la composición de la deuda de la ACT. Esta deuda se puede dividir en tres diferentes categorías: la deuda en bonos, la deuda en préstamos con el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) y la deuda en reclamaciones generales no aseguradas. La siguiente gráfica muestra la composición de la deuda total de la ACT.



Las cifras de los recortes que la Junta provee son los siguientes.



Vemos que la mayoría de la deuda de la ACT es en bonos, es decir, deuda a largo plazo que representa la mayor carga para la corporación pública. Sin embargo, hay una porción sustancial de la deuda que son reclamaciones del BGF. Estas reclamaciones serían liquidadas en su totalidad, por lo que el mayor peso del recorte de la deuda recae sobre ellas. ¿Qué son estas reclamaciones?


Por muchos años el BGF sostuvo la solvencia de algunas corporaciones públicas extendiéndoles líneas de crédito. Muchos de estos préstamos, como los de la ACT, pasaron a ser préstamos morosos por la incapacidad de las corporaciones de pagarle de vuelta al BGF. La deuda del BGF fue la primera reestructuración llevada a cabo bajo el Título VI de PROMESA, proceso ejecutado fuera de los tribunales. Como consecuencia de dicha reestructuración el BGF ya no existe como entidad operante y la mayoría de sus activos fueron transferidos a la Autoridad de Recuperación de la Deuda del BGF para el pago de sus bonistas. En otras palabras, el mayor recorte a la deuda de la ACT son las reclamaciones del BGF, que consisten en deudas morosas del gobierno con el gobierno mismo, con una entidad cuyas operaciones cesaron. Por tal motivo estas reclamaciones no aseguradas son de muy poco valor, por no decir de un valor nulo.


Cabe mencionar que si bien a las reclamaciones del BGF no se les pagará nada, estas recibirán un “instrumento de valor contingente” (IVC) tal como lo define el Plan de Ajuste de la Deuda del gobierno central. El IVC solo se paga en el caso de que los recaudos del impuesto a las ventas y uso (IVU) sobrepasen las proyecciones hechas por la Junta en el Plan Fiscal del gobierno central. Es decir, si se logran más recaudos del IVU de lo proyectado por la Junta, no se destinarán a servicios públicos esenciales, a la UPR o a los Municipios, sino al pago de la deuda tanto del gobierno central como de la Autoridad de Carreteras con el antiguo BGF.


Por otro lado, la Junta omite incluir en su cálculo del recorte un nuevo préstamo que el gobierno central tendrá que hacerle a la ACT para viabilizar este nuevo PAD. El principal de este préstamo será de $314 millones y se pagará hasta el 2052. Resulta cuestionable que la reestructuración de la deuda de la ACT requiera de un préstamo del gobierno central, es decir más cargas al Fondo General, y no tan solo de sus propios recursos.


Esta no es la única omisión que hace la Junta en el cálculo del recorte. ¿Qué tal la deuda en bonos? La primera observación es que el 71% de recorte no incluye el pago en efectivo de $389 millonesque recibirán los bonistas. Cuando el pago en efectivo es incluido, el recorte baja a 62%. No obstante, esta no es la única omisión hecha por la Junta respecto a los bonos. De los $1.2 mil millones en nuevos bonos que la ACT emitiría como parte de la reestructuración, $645 millones serían bonos de apreciación de capital (CABs, por sus siglas en inglés), esto es, más de la mitad de los nuevos bonos.


Los bonos de apreciación de capital o CABs son bonos cuyo pago de principal e intereses se posterga por años, algunas veces hasta la fecha de maduración. Debido a que por muchos años no se pagan intereses, estos se acumulan en el principal, haciendo que la deuda original incremente con el tiempo. La siguiente tabla muestra los pagos totales por cada tipo de bonos.



La tabla anterior amerita dos comentarios. En primer lugar, vemos como el principal de las dos series de CABs aumenta hasta la fecha de su maduración. Si bien una de las series de CABs no pagará intereses, solo los acumulados al principal, la otra serie pagará intereses extra además del incremento de su principal. En algunos casos la tasa de interés efectiva al final del periodo es de un 181% del valor original del bono lo que significa que estamos pagando más del doble del principal sólo en pago de interéses. La inclusión de CABs entre los nuevos bonos es nefasta y ha sido ampliamente criticada en el pasado por ser una de las razones que nos llevaron a la quiebra. A lo anterior se añade, que antes de la quiebra los CABs solo representaban el 3% de la deuda en bonos de la ACT (véase el informe Kobre & Kim, página 47). En segundo lugar, resalta que la ACT estaría pagando los nuevos bonos hasta el 2062.


En conclusión, aún cuando el gobierno supuso solicitar la quiebra bajo PROMESA para un nuevo comienzo o “fresh start” para la corporación pública, por los próximos 40 años las finanzas de la ACT seguirán atadas a pagarle a los bonistas.

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